Wednesday, February 22, 2012

miércoles de ceniza

Los últimos días se ha desatado una campaña ciudadana para quitar los anuncios de políticos en la calle, los cuales inundan la ciudad en este año de elecciones, ante tal situación y con la ley electoral que les impide hacer campaña, algunos imbéciles aprovechan cualquier espacio y cualquier símbolo religioso para hacerse promoción.

Es el colmo viera que hacer del miércoles de ceniza un espacio para publicitar a este neófito, ahora si le creo que un libro que marcó su vida fue la biblia...

Miren la cara que puso cuando le preguntaron lo que significaba para él el miércoles de ceniza

Arriba: tarado queriendo ser presidente.

Tuesday, February 14, 2012

métete en el agua

Olguita Cordero iba saliendo de su tercer cita con el Dr. Frías, hombre admirable, reconocido médico psiquiatra (y psicólogo en sus ratos de ocio) y carero, $2500 la consulta, cavilaba inmersa en una zozobra digna de carabela en pos de las indias, mientras pensaba las palabras exactas con las que le preguntaría a su novio, a quien vería al salir del consultorio, las dudas que esa tercera cita le habían brotado en su tratada mente.

Eustaquio Lobo, quien era novio de Olguita de hacía más de un año, gustoso(a la fecha no se sabe si porque no era menso o porque era muy caliente) había propuesto, buscado y aceptado pagar el tratamiento de su novia con el Dr. Frías, con el afán de ayudar a curarla de su itifalofobia (miedo irracional y enfermizo a los penes erectos) enfermedad que había adquirido desde niña cuando una de sus tías, mientras paseaban por la calle de Clavería, la había instado a ver por el orificio de un zaguán café, donde ella sabía que adentro se paseaba un hombre desnudo, conocido como el encuerado.

Esa tarde cuando ya se estaba yendo Eustaquio, Olguita se atrevió al fín a preguntarle sobre sus dudas. -Que harías si te quedaras impotente de un día a otro- preguntó de manera atropellada Olguita-.

-Pues no sé- dijo Estaquio- Iría con el Doctor Frías-.

-A mi no me molestaría- dijo Olguita haciendo gala de una sonrisa de niña tarada de telenovela-

-Y si de repente me vieras en calzones y tuvieras una erección que no se te bajara nunca ¿Que harías?- prosiguió Olguita. -Eso no puede pasar- dijo Eustaquio-

-Pero si pasara que harías- Insistio contumaz Olguita-

-Trataría de aprovecharlo- Contestó Eustaquio frunciendo el ceño.

Se habían quedado sin hablar viendo como se metía el sol detrás de los cerros y los edificios, y como comenzaban a tintinear las primeras estrellas, que por aquellos días todavía se alcanzaban a ver, cuando Olguita volvió a preguntar.

-¿Y que preferirias? si te quedaras impotente no me importaría- repitió ella -Pero si tuvieras una erección todo el tiempo te pegarían en el metro porque pensarían que eres joto-

A lo que Eustaquio concluyó -Preferiría tener la erección todo el día, sería como tener 14 años otra vez-