El día de su tercer cumpleaños es una fecha intrascendente en la vida de Óscar, el pequeño que no quería crecer.
La verdadera fecha importante es aquel día en que a su papá le preguntaron: ¿Porqué le vas al Cruz Azul? -por mis huevos!- respondió el padre biológico de Óscar.
Eso marcaría la vida de Óscar ya que desde antes de su concepción su afición por ese equipo ya se encontraba en la mitad de su información genética, lo demás cayó por su propio peso.
Bien locochon, pero la maquina es la neta.
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